Las modernas definiciones y convenciones del lujo

Un equipo de analistas ofreció un estudio exhaustivo del mercado del lujo y sus clientes durante el seminario web titulado "La transformación del lujo: nuevos códigos y significados". 

Para llevar a cabo el estudio, Mariana Carreón, directora de planeación estratégica, informó que realizaron entrevistas en línea a un panel de millennials sobre la perspectiva del lujo en México, Argentina, Colombia, Brasil, Chile, Panamá y Perú, además de utilizar la escucha social para analizar reportes, artículos, casos de estudio y tendencias.

Según Carreón, la gente necesita momentos de placer rápido porque siente mucha incertidumbre y sobrecarga, lo que le ha llevado a adoptar nuevos valores, estilos de vida y normas.

Conforme a las diversas estadísticas realizadas el año pasado, la industria del lujo creció a un ritmo dos veces más rápido que el PIB mundial durante los diez años anteriores. No fue hasta 2020 cuando experimentó un descenso por primera vez en varias décadas, pero fue capaz de recuperarse en 2022. El hecho de que pueda estar valorado en casi 400,000 millones de dólares a finales de este año indica que la gente vuelve a consumir, y aunque actualmente gane menos dinero, sigue gastando e intentando mejorar su estilo de vida.  

En consonancia con otro experto en lujo, la masificación y democratización de los productos han obligado a evolucionar para satisfacer las demandas y expectativas de los clientes, que desean un mecanismo de liberación emocional, experiencias únicas e innovación continua.

¿Qué es el lujo? Los códigos más nuevos

El estudio sugiere que el lujo tiene ahora una nueva definición que va más allá de la riqueza y el privilegio y se desarrolla en tres fases. 

1. Construcción material: La primera capa posee cualidades inherentes que le confieren las características de "premium", es decir, de alta calidad, excelente rendimiento y superior a la media. 

2. Construcción simbólica: La capa intermedia de la formación de un símbolo tiene que ver con el anhelo y el deseo, con el valor que va más allá de lo tangible y se convierte en emocional, cultural y social.

3. Buscar un propósito: Esta última capa adquiere un valor hedonista en el que se sugiere crear y sentir placer, aunque las formas en que se expresa este placer varían de una persona a otra. Por ejemplo, al estar conectado con sus emociones, quien hace una compra en un restaurante de cinco estrellas siente un placer interno y una satisfacción personal. 

La ponente del seminario afirmó que el significado socioeconómico y cultural del lujo varía según los países y las épocas históricas. Además, difiere según las experiencias de las distintas generaciones. Por ejemplo, los baby boomers son personas que valoran el ocio, la tranquilidad y el "lujo lento" en relación con la satisfacción, el placer, la felicidad y el disfrute. Para la generación X, el lujo está relacionado con el éxito profesional y las posesiones materiales, mientras que para los millennials, el lujo está estrechamente asociado a productos conscientes, que tienen un impacto positivo en el medio ambiente, son sostenibles y les permiten interactuar con personas de diferentes grupos sociales.